Hace tiempo estaba hablando con alguien que decía que le costaba creer en los átomos. Era una persona bienintencionada, sin duda, que no ponía en duda su existencia. Simplemente, decía que a él le costaba entender cómo podemos estar tan seguros de que los átomos existen. Y la verdad, me parece una duda razonable para alguien que no tiene mucho contacto con la ciencia.
Los átomos son pequeños hasta el extremo de lo ridículo. Tanto que nunca los hemos visto (entendiendo ver como recibir rayos de luz visible provenientes del objeto que estamos observando). Los átomos son más pequeños que la longitud de onda de la luz visible, lo cual quiere decir que intentar verlos iluminándolos sería algo así como intentar discernir la forma de una taza lanzándole balones de baloncesto, grosso modo. Necesitamos otros métodos más precisos, métodos que no han empezado a ser posibles hasta hace muy poco.
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