El francés es el idioma de las naciones más antiguas de Europa, así como una de las lenguas de belgas, suizos y canadienses, y de los habitantes de la isla Mauricio y la República Haitiana.
Es asimismo un idioma de relación en el norte de África, en todos los países del África occidental y en Madagascar. Y sobre todo es una de las lenguas cultas del viejo continente, herramienta indispensable para establecer vínculos con las diversas culturas del antiguo espacio grecolatino, lo que alguna vez se describiera como el continente Mediterráneo.
Podríamos añadir que en muchos países de América latina, numerosas élites siguen conociendo perfectamente esta lengua.
El francés no es una lengua que carezca de dificultades y quizás por ello ha sido en cierto modo desbancado de su posición hegemónica por la expansión de la lengua inglesa y la influencia que está ha adquirido económica, política y socialmente en todo el mundo.
Pero a pesar de no gozar ya de la posición que otrora sustentaba, El francés sigue ocupando un lugar privilegiado en las relaciones humanas de todos los continentes.
Su utilidad y su belleza son la mejor garantía de su futuro, porque sigue siendo el idioma culto y cosmopolita por excelencia.
No pretendemos que acabado este curso pueda ya el alumno hablar un francés perfecto, pues, si esta fuese su intención, sin duda concluiría en rotundo fracaso.
Lo que sí se quiere conseguir es que el alumno comprenda y asiente unas bases firmes a partir de las cuales pueda desarrollar y perfeccionar posteriormente los conocimientos adquiridos, así como empezar a expresarse con autocorrección y entender más fácilmente a su interlocutor, como y porque habla de cierta manera.
Agradecemos a aquellos que se han dejado guiar en este propósito que esperamos haber conseguido.