Con la palabra "Filosofía" se representa el conjunto de reflexiones sobre la esencia, las sustancias, las propiedades, las causas y sus efectos, especialmente sobre el hombre y el universo.
Con ella también, se acostumbra designar un sistema filosófico o conjunto sistemático de razonamientos expuestos por un pensador.
Filosofía Socrática… (La de Sócrates)
Filosofía Cartesiana… (La de Descartes)
Filosofía Kantiana… (La de Kant)
Esta palabra (Filosofía), además, se suele ocupar de manera general para hablar del conjunto de saberes que busca descubrir, de manera racional, los principios más universales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano acorde con esa realidad descubierta.
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La filosofía analítica o simplemente, la analítica, es la corriente filosófica que destaca la importancia del lenguaje, de su verificabilidad y también su precisión en el análisis de las proposiciones, lógicas, lingüísticas y filosóficas.
La filosofía moral (y la ética) es la que trata de la bondad o malicia de las acciones humanas.
La filosofía natural es la que investiga las leyes de la naturaleza y sus elementos.
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La "Filosofía" en la historia es el término derivado del griego antiguo φιλοσοφία traducido comúnmente como "amor a la sabiduría", compuesto de φιλεῖν [fileîn] "amar" y σοφία [sofía] "sabiduría".
Esa definición clásica comprende la filosofía como una búsqueda del verdadero conocimiento de la realidad, el que se da en sí y por sí, mostrándose como un objeto cognoscible dentro de la naturaleza.
Es posible, sin embargo, que en ocasiones por "Filosofía" se dé una descripción de la misma como la siguiente:
...es un saber racional totalizante, crítico de segundo grado...
Lo que suele significar que:
Debe la filosofía, como una forma de conocimiento que pretende ofrecer explicaciones causales y verdaderas de los temas que analiza emplear para ello objetos claros a la inteligencia en argumentos lógicos y racionales (a diferencia de la fe, la autoridad o la superstición).
Por ello la filosofía ahora se concibe como:
...un conocimiento de tipo general y unitario...
Que se orienta a buscar respuesta a cuestiones generales del tipo:
¿Cuál es el propósito de la existencia?
¿Cómo se realiza la justicia?
¿De qué modo puede mejorar el hombre el mundo o cuidar de él?
Manteniendo en su indagar siempre una perspectiva
universal sobre las preguntas y respuestas de las mismas cuestiones, lo que necesariamente conduce a la imposibilidad de aceptar verdad en las explicaciones relativistas ("Relativista" como la valides aceptada de subjetividad y expresión individual, no como la teoría de la física mecánica, "la relatividad" que es en todo sentido una observación filosófica), concluyendo como falsas, afirmaciones del tipo:
Todos pensamos diferente
Cada quien tiene su propia realidad
La verdad es según quien la percibe
Por ello la filosofía es un saber crítico, que analiza los fundamentos de todo lo que considera y jamás se limita a aceptar respuestas ingenuas a la manera de:
Pues así es la vida y no hay nada que se pueda hacer
Opino lo mismo porque es lo que opinan los otros
Debe ser de esta manera, ya que, ha sido del mismo modo siempre
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La filosofía es un saber de segundo grado porque emplea los datos que resultan de las mediciones y experimentaciones científicas, mismas que ofrecen siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad; de manera que no hay ni puede hacerse filosofía de las creencias particulares ni puede ser patrimonio de las observaciones individuales.
La filosofía es una ciencia obviamente interdisciplinar, ya que emplea las aportaciones de las diferentes disciplinas científicas y artísticas, sin limitarse a ninguna de ellas; en este sentido, la filosofía debe encontrarse más allá de los habituales quehaceres profesionalizantes y mínimos del saber científico actual y del quehacer individual del artista mediocre que solo busca ser el mejor en una celda de la realidad.
Este rasgo es una derivación del carácter general y crítico absoluto que envuelve toda filosofía natural.
Debe también señalarse que en filosofía posee un gran valor la actitud interrogativa, tal consideración es consecuencia del preciso observar teórico y estético que caracteriza a la filosofía.
Y
Aunque suele afirmarse que todo hombre o mujer puede ser un filósofo, esto no debe entenderse de manera simplista, sino en potencia de ser, y de ninguna manera en el sentido del ser efectivo de cada hombre, pues la filosofía ha desarrollado en el tiempo un conjunto de conceptos y métodos que conforman una manera especifica y una sensibilidad conceptual muy determinada; de ahí que sea necesario destacar el carácter técnico (arquitectónico), que posee gran parte del trabajo filosófico y mencionar que por ello este no es algo que puede hacer cualquiera con buena intención, sino que, actualmente, el practicante debe estar bien informado y conocer a detalle la evolución científica de la materia teórica y física, los hechos y consecuencias de los humanos en la historia del tiempo y el espacio, entendido todo como unidad del pensamiento.
Es este un rasgo que no ha hecho sino aumentar en los dos últimos siglos, cuando el análisis filosófico se ha visto enriquecido con un elevado nivel de complejidad, por ello hoy exige conocimientos especializados en áreas de investigación diversas, pero , unificadas por las cuestiones filosóficas que con ellas se plantean.
Es evidente que muchos de los análisis que se realizan en filosofía mantienen una cierta conexión con la sociedad y la época en la que esos análisis se han realizado.
Es por ello que resulta obvio, como en cualquier otro caso semejante, que todo hombre puede intentar practicarla, conocerla y aplicarla con o sin conceptos, puesto que muchos de los problemas filosóficos poseen un carácter general que sobrepasa el marco histórico y social en el que han surgido, pero al hacerlo, si se le realiza bien, se estará siempre haciendo ciencia filosófica con su correspondiente parte de matemática y lógica pura, y sus conclusiones siempre deben acompañarse de su correspondiente experimentación científica de la calidad más estricta posible.
Esto es lo que explica, en cierto modo, el carácter intemporal de algunas de las cuestiones filosóficas más relevantes, como es la pregunta por el ser, el sentido del cambio, el concepto de sujeto, la estructura de la trascendencia o el alcance del conocimiento.
Por esto es posible distinguir varias áreas de investigación filosófica:
Ontología y metafísica (análisis crítico de la estructura de la realidad)
Teoría del conocimiento, epistemología o gnoseología (análisis del origen, estructura y alcance del conocimiento o pensamiento humano)
Lógica (estudio del razonamiento o argumento válido)
Estética (teoría de la constitución de la belleza y del arte)
Historia de la filosofía o filología (en cuanto esta no se limita a una exposición de las distintas doctrinas filosóficas, sino que pretende reconstruir críticamente determinadas argumentaciones o sistemas filosóficos).
Hay, además, que destacar la existencia de una variedad de análisis filosóficos de determinadas ramas de la ciencia o de la actividad humana, que constituyen áreas especializadas como lo son:
La filosofía de la historia
La filosofía de la ciencia
La filosofía del derecho
&/o
La filosofía de las ciencias sociales entre otras…
Por último, debe quedar claro que la filosofía es en cualquiera de sus modos el estudio y práctica de lo primordial e intrínseco a la necesidad del ser, la naturaleza y su cuidado, por ejemplo el buen entendimiento y la salud individual o social por medio de la práctica del ejercicio y la filosofía que a su vez y por sus efectos serán actos filosóficos.
Por ello un filósofo sin actos filosóficos debe entenderse más como un crítico, historiador, compilador de ideas o profesor académico de tal materia desde una perspectiva escolar y trivializante del veredero quehacer filosófico y nunca como un filósofo verdadero, pues la verdadera filosofía implica al verdadero hombre y no al acumulador o repartidor de conocimientos sin actos verdaderos, farsante siempre del honesto y terrible quehacer del filósofo, de aquí la diferencia, por ejemplo, entre Gandhi y Popper.